25/4/10

MON DE PERARRÚA








Estamos ante uno de los despoblados de "obligada" visita situados dentro de los límites de La Ribagorza. Se levantó aprovechando un llano en lo alto de un risco en la margen derecha del río Ésera, entre las sierras de Torón y Campanué. 
 
El origen de El Mon de Perrarúa es romano, aunque los primeros textos escritos datan de mediados del siglo VI. La primera referencia documentada del castillo de Perarrúa data del año 1017. El conjunto se ubica en un alargado peñasco, con defensas naturales por sus lados este y sur que lo hacen prácticamente inaccesible. Su torre fue de las mayores y más fuertes de todo el condado; actualmente sólo se conserva la mitad de ella. A su lado se encuentra la iglesia de San Clemente y la casa abacial.  

Durante el pasado siglo XX  El Mon mantuvo un total de 11 casas abiertas, censando 45 habitantes en el año 1940. Las viviendas están devastadas; se sitúan bastante dispersas unas de otras. Con mucho esfuerzo (y algún pinchazo) todavía podemos pasear por alguna de sus calles; encontramos grandes y elegantes casas de dos y tres plantas y a su lado los correspondientes edificios de apoyo.

En el interior del pueblo (junto a casa Sancerni) se encuentra la arruinada capilla de San Isidro. Es un pequeño oratorio de nave única y cabecera plana.

Charlando con algún antiguo habitante de El Mon de Perrarúa me comentaba que los recursos eran más bien escasos. Los cultivos principales fueron el trigo y el centeno, además de algunos árboles frutales de secano como almendros y olivos. También hubo actividad de colmenas para la obtención de miel y cera.
Destacan los restos de la antigua fortaleza de San Clemente; conjunto fechable entre los años 1000 y 1010. 

  
Fotografía 1; El Mon de Perarrúa (Marina González)
Fotografía 2; Torre defensiva (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Otra de las casas  (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Escuela  (Cristian Laglera)
Fotografía 6; Capilla de San Isidro  (Cristian Laglera)