11/4/10

SALINAS VIEJO





Salinas de Jaca es una localidad situada en el sector noroeste de la comarca de la Hoya de Huesca, entre la Foz de Salinas y el Collado de Pelaire.

Si tenemos intención de visitarlo el punto de partida será la localidad de Villalangua. Iniciaremos la excursión en  la calle que hay detrás de la iglesia y que desciende hasta el río Asabón, el cual, atravesaremos por una pequeña pasarela. Poco después empalmaremos con el sendero que sube directo a la Foz de Salinas. El camino es espectacular, de los que quedan grabados en la retina del visitante durante mucho tiempo. Allí nos encontramos con magníficas y asombrosas formaciones rocosas compuestas por paredes de piedra dispuestas verticalmente, formando espectaculares  crestas rocosas, todo bajo la atenta mirada de los buitres. Desde Villalangua hasta Salinas tenemos alrededor de una hora de camino.

Más de 1000 años de antigüedad contemplan al viejo pueblo de Salinas, que se remonta al primer Rey de Aragón, Ramiro I. Salinas se fundó en torno a la explotación de los pozos de agua salada, que abastecía entre otros lugares al Monasterio de Ruesta. 

Aunque pueda parecer lo contrario no fue esa la primera actividad de sus vecinos, ya que Salinas de Jaca era básicamente un pueblo agrícola y ganadero. Producían trigo y cebada y algunas legumbres en pequeñas cantidades a pesar de la escasa calidad de sus tierras.

Su primera cita documental data del año 1182, allí se dice que Estefanía, abadesa de Santa Cruz de la Serós, dio a Castán y a su mujer Sancha la parte de la salina que tenían en “la villa que se llama Salinas” a cambio de un censo anual.

Volviendo al sendero de acceso a Salinas –insistimos en que es magnífico-, y transcurrida una hora aproximadamente de marcha, comenzaremos a ver la silueta de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena (s. XVI). Es el único edificio que queda en pie de la antigua población, aunque en avanzado deterioro. Es un templo de una sola nave cubierto con bóveda de crucería y torre campanario adosada a los pies.

A unos 200 metros al oeste de la iglesia (a un nivel inferior) se encuentran los restos de las viviendas, si bien conseguir llegar hasta ellos es casi una hazaña, dado la cantidad de maleza selvática que los rodea.

En el año 1900 Salinas de Jaca todavía censaba 224 habitantes. Nosotros tenemos documentadas un total de 44 casas, aunque es probable que no estén todas; sus nombres son: Barranco, Bastarós, Benita, Cabalero, Cacharro, Campo, Capitán, Cecilia, Cocho, Croquis, Dolores, Escribano, Escuela, Ferrería, Fuén, Grasa, Jalón, Juan, Juana, La Abadía, Labarta, Lama, Lasaosa, Lázaro, Leticia, Maestro, Manapueda, Melchor, Moros, Noveciercos, O Rey, Pastora, Peleira , Petra, Practicante, Ramoné, Ro, Ruso, Santos, Sebastiana, Susana, Tornero, Valera y Visús.

Las fiestas de Salinas se celebraban el día 22 de julio, si bien la fiesta se solía celebrar el sábado más próximo a este día.

El motivo del abandono del pueblo fue bastante llamativo. Salinas viejo sufrió a finales de la década de los cuarenta unos corrimientos de tierras en su parte baja, que parece eran bastante frecuentes. Esto, unido a la complicada ubicación del pueblo, solo accesible por viejos y complicados caminos de herradura y la dureza de los inviernos en un lugar tan aislado como este, motivo el traslado definitivo del pueblo en el año 1950 a su lugar actual, junto a la carretera A-132.


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (noviembre 2018).


Fotografía 1; Llegada a Salinas  (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Iglesia de Santa Magdalena  (María Jesús Callau)
Fotografía 3; Vivienda en ruina  (Cristian Laglera)