24/3/19

SEÑÉS









Esta vez nuestro destino es el valle de Chistau, situado en el sector noreste de la histórica región de Sobrarbe. El despoblado protagonista de este artículo es Señés, que junto a las localidades de Sin y Serveto forman “La Comuna”. 

Señés es hoy “un pueblo fantasma”, a pesar de contar con una o dos viviendas recuperadas, que pensamos recibirán visitas los fines de semana y en verano. De todas formas, y como es inevitable, el paso del tiempo ha deteriorado brutalmente a Señés, que se desmorona poco a poco irremediablemente y en silencio.

Hay una calle principal que articula en núcleo, con las viviendas situadas a ambos lados. Las viviendas, que están muy bien ejecutadas, siguen el estilo tradicional de la zona, tienen dos y tres plantas, grandes balconadas orientadas al sur y cubiertas a dos aguas. Según Pascual Madoz a mediados del siglo XIX Señés abría 30 hogares. 

La iglesia parroquial está a la entrada del pueblo. Se construyó después de la Guerra Civil, poco antes de quedar el pueblo vacío. Está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Tiene planta rectangular  y cabecera plana, de menor altura ésta que la nave. Interiormente se cubre con un falso techo plano. Abre vanos de medio punto en sus costados norte y sur.

Junto a la iglesia se halla la escuela, lamentablemente en ruina y sin niños desde hace muchos años. También merecen mención algunos magníficos edificios de apoyo situados al oeste  de las viviendas, destacando un magnífico secadero techado a dos aguas.


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (junio 2019).


Fotografía 1; Señés  (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Vivienda  (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Casa de tres plantas (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Vivienda de gran empaque  (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Cristian Laglera)
Fotografía 6; Escuela (Cristian Laglera)
Fotografía 7; Secadero  (Cristian Laglera)