Fadas fue un lugar de una sola casa. Se trata de una gigantesca vivienda de tres plantas deshabitada desde la década de los ochenta. Merece mención su puerta de acceso dovelada con escudo situado en todo lo alto y su enorme fachada orientada al sur con gran cantidad de ventanas y balcones para atrapar toda la luz solar mañanera.
Alrededor de la vivienda encontramos sus correspondientes edificios de apoyo entre los que destaca un gran establo levantado junto a la casona, muy cerca del pozo.
Unos metros el este de la vivienda se levanta una pequeña ermita de estilo románico construida bajo la advocación de Nuestra Señora. La ermita sufrió en un momento indeterminado un cambio de advocación y paso a ser dedicada a San Isidro, nombre por el que se la conoce actualmente.
Algunos expertos fechan la ermita en el siglo XII, aunque posiblemente solo el ábside sea lo único original de esa fecha.
Fotografía 1; Llegada a Fadas (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Casa Fadas (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Ermita de San Isidro (Marina González)
Fotografía 4; Cabecera (Cristian Laglera)