Estamos ante otro de los muchos pueblos ribagorzanos que fueron deshabitados a mediados del pasado siglo XX. Repasando viejos censos y nomenclátores vemos que Grustán aparece todavía con 71 habitantes en el año 1940. Un siglo antes, Pascual Madoz documentó 17 casas y 92 vecinos allá por el año 1845.
El estado del pueblo es desolador. Entre tanta ruina hay un edificio que se mantiene en buen estado gracias a las reformas efectuadas en los últimos siglos: la iglesia de Santa María. Es un templo románico, de primeras fechas siglo XIII. Yo no pude acceder a su interior pues está cerrado bajo llave, pero mi buen amigo Antonio García Omedes me ha cedido varias imágenes de su interior. Precisamente García Omedes nos cuenta en su página web: "Entrar en el templo causa una extraña sensación. Hay suficiente luminosidad proporcionada por sus ventanales como para apreciar la dejadez a la que se halla sometido. La cabecera del templo muestra un amplio cilindro absidal construido en buena piedra sillar y centrado por ventanal de doble derrama. Imposta biselada parcialmente oculta por decoración de moldura de escayola de reformas posteriores en sus laterales. Por encima, bóveda de cuarto de esfera de correcta ejecución que conserva pinturas modernas en que aún se advierten imágenes de los Padres de la Iglesia y el Espíritu Santo. La nave es de notable altura, proporcionalmente corta, y ampliada por estructura añadida a base de coro, sotocoro y escalera de caracol, cubre con bóveda de medio cañón apuntado".
La torre campanario se construyó a comienzos del siglo XVII. Lo más destacado de la misma es un hermoso reloj de sol situado en uno de sus muros. Por si hay algún interesado en acceder a su interior, la llave hay que pedirla en el ayuntamiento de Graus.
Para llegar a este lugar una vez en Graus tenemos que salir en dirección norte, y poco después giraremos a la izquierda por una carretera asfaltada en dirección a Panillo. Una vez rebasado este pueblo hay que tomar una pista a mano izquierda en el desvío de Pano, después, tras seis kilómetros de pista llegaremos a Grustán.
Por cierto, en las cercanías de Grustán se encuentra la ermita románica de San Miguel, conocida como la ermita de "Los Templarios". Aunque no hay documentación que lo acredite, pudo ser la vieja parroquial de una desaparecida población medieval llamada Casals, que posteriormente fue aldea de Grustán.
Fotografía 1; Iglesia de Santa María de la Peña (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Cabecera (A. García Omedes)
Fotografía 3; Vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Otra de las casas (Cristian Laglera)
Fotografía 5: Ermita de Los Templarios (Cristian Laglera)