El núcleo lo componían tres viviendas: Campo, Antolín y Agraz, ubicadas todas ellas en una larga calle que finalizaba (o empezaba, según se mire) en una pequeña ermita dedicada a San Mamés.
Gallisué lleva deshabitado desde mediados de los años setenta aunque es cierto que hay una de las tres casas restaurada; a pesar de esto, el núcleo no tiene población fija y actualmente es empleado como explotación ganadera.
Como antes comenté, en un extremo de la única calle de Gallisué se sitúa la ermita de San Mamés, rehabilitada hace algunos años. Es un edificio de planta rectangular rematado en cabecera recta. La puerta de acceso abre a los pies, bajo el campanario de espadaña.
Las fiestas se celebraban por todo lo alto el día 17 de agosto, en honor a San Mamés, al que dedicaban una misa en esta ermita.
Fotografía 1; Vivienda (Rubén Gómez)
Fotografía 2; Otra de las casas de Gallisué, en ruina (Rubén Gómez)
Fotografía 3; Ermita de San Mamés (Rubén Gómez)