Durante el pasado siglo XX mantuvo dos casas abiertas, la principal es una enorme casona en la que destaca su chimenea troncocónica, situada sobre el tejado de un horno de pan. Siglos antes, llegó a alcanzar un máximo de tres fuegos; dependió del hoy también despoblado lugar de Grustán.
En lo más alto, elevada sobre las dos viviendas encontramos la ermita románica de Santa Clara (s. XII). Consta de una sola nave de planta rectangular, presbiterio y ábside semicircular. En todo lo alto se alza orgullosa una hermosa espadaña de doble ojo. A pesar de los años de abandono la ermita presenta buen aspecto.
Para llegar hasta Puycremat tenemos que rebasar Graus y tomar el desvío hacia Panillo. Unos 2.5 kilómetros después de tomar esta carretera, nace una pista a mano derecha (justo enfrente de unos almendrales) que nos conducirá hasta el despoblado. La pista es mejor realizarla con todoterreno, aunque a pie nos costará poco más de 15 minutos de bonito paseo.
Fotografía 1; Vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Hermosos bajos abovedados (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Ermita de Santa Clara (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Cabecera (Cristian Laglera)