30/10/11

ESCARTÍN









Esta semana recordaremos uno de los pueblos deshabitados más conocidos de toda la provincia de Huesca. Su nombre es Escartín. Se trata de uno de los núcleos que se localizan en Sobrepuerto, hermosamente distribuido sobre una ladera del pico de la Manchoya, perfectamente orientado al sur y rodeado de magníficos bancales escalonados.

Hay diferentes opciones de llegar a Escartín. En nuestra opinión, la mejor elección es hacerlo a pie desde Bergua por hermoso sendero balizado. Bajaremos hasta el barranco de Forcos y remontaremos por la orilla contraria, todo en subida, hasta arribar al despoblado. Podemos llegar a Escartín en una hora y media aproximadamente, disfrutando del camino y del entorno.

Es un lugar documentado desde el año 1100. Aparece citado con siete fuegos en los fogajes de los años 1495 y 1593. En el pasado siglo XX abrió un máximo de 18 hogares. Algunos de los nombres de las casas son: Blas, Pedro Escartín, Buisán, Ezquerra, Ferrer, Juan, o Ferrero, Lacasa, Navarro, Raro, o Royo, Sampietro o Santolaria. Hace exactamente un siglo censaba 97 habitantes. Llegó a constituir ayuntamiento propio en el año 1834, para agregarse posteriormente al de Basarán. Actualmente está englobado en el municipio de Broto.

A nuestra llegada lo primero que llama la atención es que la plaza del pueblo no está rodeada de viviendas, sino de edificios auxiliares: varias bordas, la herrería… Una circunstancia curiosa y muy poco común. Toda una rareza.

En la parte más elevada del pueblo se sitúa la iglesia de San Julián, majestuosa, que junto con la abadía y la escuela componen una segunda plazoleta.

Algunos expertos ven reminiscencias románicas en este inmueble. Adolfo Castán por el contrario la sitúa en el XVI. Es un templo de nave rectangular con tres capillas laterales (dos al norte y una al sur) y cabecera tripartita orientada al este. La nave se cubre con bóveda apuntada y los ábsides con medio cañón. Presenta coro en alto a los pies. La torre campanario, de dos plantas, se acomoda sobre el atrio.

Las viviendas son de grandes dimensiones; tengamos en cuenta que además de para las personas también servían de refugio para los animales. Actualmente la ruina es generalizada. Todavía observamos sobrios vanos, dinteles y algunos tejados de losa que aguantan milagrosamente en pie. Casa Navarro fue la última vivienda que cerró sus puertas, fue en el año 1966.

La vida en Escartín era muy dura, especialmente en invierno. Seis familias marcharon a vivir a Francia antes de la Guerra Civil. Como seguro imagináis carecían de todos los servicios básicos de primera necesidad. El médico, por ejemplo, venía desde Fiscal, pero solo en casos muy extremos.

Economía de subsistencia, como todos los pueblos de Sobrepuerto, con la ganadería como motor principal. Ovejas, vacas y algunas cabras eran los animales más habituales. Si hablamos de agricultura el trigo era el cereal más importante. También cultivaban diversas legumbres y algunas patatas.

Las fiestas grandes se celebraban el tercer domingo de septiembre y las pequeñas el día 7 de Enero. El baile se realizaba en la plaza o en alguna de las eras.

El día 25 de Junio los vecinos de Escartín, como los del resto de Sobrepuerto, acudían a la romería de Santa Orosia. El cura que oficiaba la misa acudía desde Bergua y en los últimos años subía desde Fiscal.

Los principales motivos del abandono de Escartín hay que buscarlos en la falta de servicios básicos, luz y agua, además de la necesidad de construir una pista de acceso que nunca llegó a realizarse.


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (octubre 2020).




Fotografía 1; Escartín (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Casa Ferrer (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Iglesia de San Julián (Blas Gonzalo)
Fotografía 4; Casa Navarro (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Casa  Pedro Escartín (Cristian Laglera)
Fotografía 6; Dintel de casa O Ferrero (Faustino Calderón)
Fotografía 7; Herrería y casa Sampietro (José María Satué)


23/10/11

NOCELLAS








Quiero dedicar este modesto reportaje sobre Nocellas a José Cereza, antiguo vecino de este lugar con el que mantengo contacto desde hace unos días; gracias a él, he conseguido información de este lugar, así como algunas fotos de Nocellas de la década de los sesenta.

Nocellas es un bonito pueblo dividido en dos barrios bien diferenciados, está situado en la cabecera del valle homónimo, cerca del barranco de Bacamorta. En su máximo nomenclátor del pasado siglo XX (año 1930) censó 64 habitantes, por aquel entonces mantenía seis casas abiertas. 

En el barrio bajo (además de la iglesia de Santa María) encontramos las casas de  el Soltero y la Abadía.

La iglesia es una construcción de origen románico, aunque la gran cantidad de reformas sufridas han hecho que pierda todo su aire medieval. Es un templo de una sola nave con cabecera de testero recto. Las capillas laterales son obra posterior. Tanto la nave como las capillas cubren con bóveda de horno. La puerta de acceso se encuentra bajo una pequeña lonja y junto a ella se levanta la torre campanario.

En el barrio alto es conocido como "El Tozalet". Allí, encontramos entre la maleza las casas del Baile y la Cuasta. Aunque con dificultad, todavía podemos apreciar elementos propios de la arquitectura popular de la zona.

Mas desperdigadas se encuentran casa Torrueco y casa Castellaz, también dentro del termino de Nocellas. A pesar de su estado ruinoso, ambas merecen una visita.

Nocellas es un pueblo bastante agradecido de visitar; llegaremos desde Merli por una mala pista de unos 2.5 kilómetros.


Fotografía 1; Nocellas (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Iglesia parroquial (Marina González)
Fotografía 3; Interior de la iglesia (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Escuela  (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Barrio alto (Marina González)
Fotografía 6; Casa Torrueco  (Cristian Laglera)



16/10/11

SOSIAD (SUSIAZ)






Para hacerte una idea de cómo era el caserío protagonista del artículo de esta semana, querido lector, tendrás que dejar “volar” la imaginación, pues es más lo que tienes que imaginar que lo que en la actualidad resta de esta, ya casi, desaparecida aldea. Hoy nos ocupamos de Sosiad, una de las aldeítas que, antaño, dependieron de la fortificación de Muro de Roda. Como muchos seguro habrán imaginado en esta ocasión nos desplazamos al valle de La Fueva, en pleno pulmón de la comarca de Sobrarbe.

Sosiad fue un lugar de dos casas, Salinas y Montalbán. En su máximo nomenclátor del pasado siglo XX aparece citado con 15 habitantes (año 1930). Pocas décadas después el núcleo quedó definitivamente deshabitado, al igual que ocurrió con el resto de las aldeas del valle: Ministerio, La Corona, La Lecina, La Plana, Fumanal…

En la actualidad solo perviven algunos restos de casa Montalbán, ocultos por una envolvente capa de maleza. No ha corrido mejor suerte casa Salinas, más bien, todo lo contrario. La vivienda, que era inmensa, de tres plantas, con chimenea cilíndrica, fue desmontada piedra a piedra hace algunos años. Nosotros no llegamos a verla en pie pero si la hemos visto en viejas fotografías. Actualmente solo queda el solar y algunas piedras desperdigadas. Contaba con una capilla privada en sus bajos. Era una salita rectangular, cubierta con bóveda de medio cañón y puerta de acceso a los pies.

Además de lo hablado y de un par de bordas que se mantienen en pie, queremos citar la fuente, que nos recibe a nuestra llegada, con el año de 1887 enmarcado. Ella también conoció tiempos mejores. 


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés en noviembre de 2021.



Fotografía 1; casa Montalbán (Cristian Laglera)
Fotografía 2; casa Salinas en el año 2001 (Foto SIPCA)
Fotografía 3; capilla de casa Salinas (foto SIPCA)
Fotografía 4; La fuente, año 1887 (Cristian Laglera)




CÁJOL







Cájol es otro de los pueblos deshabitados situados en el valle de La Solana. Fue deshabitado, como el resto del valle, a comienzos de la década de los sesenta. El motivo de su abandono fue la política de repoblación de pinos llevada a cabo con motivo de la construcción del embalse de Jánovas, embalse, que como todos sabemos a estas alturas, jamás llegó a construirse. Cájol es el techo del valle, ya que está situado a 1344 metros de altitud.

Se sitúa cerca del nacimiento del barranco de La Guarga de Cájol, al fondo del valle. El pueblo se compone de nueve casas divididas en dos barrios, conocidos con los nombres de "barrio Verde" y "barrio Seco". En su única calle, llamada de San Salvador, estaban situadas la mayoría de sus viviendas. Algunos de sus nombres eran: Cuello, Villacampa, Jalle, Latre o Sarrate. Durante el pasado siglo XX llegó a censar 82 habitantes (año 1910).

Eran casas sobrias, de dos y tres alturas, con vanos orientados al sur y al este. A pesar del estado ruinoso de todo el núcleo, todavía podemos observar algunos detalles de su arquitectura: puertas adinteladas y de medio punto, ventanas molduradas y cubiertas de gruesa losa del país.

Su iglesia, que se sitúa junto a la pista, de dedicó a San Salvador. Es un templo de cronología moderna, construido a lo largo del siglo XVIII. Presenta nave única y rectangular, dividida en cuatro tramos, con cabecera de testero recto. Posee dos capillas laterales a cada lado. Presenta torre campanario adosada a uno de sus costados. Todas sus bóvedas se hallan derruidas.

La escuela se sitúa junto a la iglesia. Es un edificio de aires más modernos que el resto. Dispone de planta rectangular y tres pisos de altura. Además del aula contaba con vivienda para la maestra. Acudían a clase diariamente los niños de Cájol, Castellar y Semolué.

En las inmediaciones se encuentra la ermita de Santiago, situada en el collado de Espinalvilla. Es un edificio de nave única y planta rectangular, con cabecera de testero plano orientado al este. El acceso se realiza por los pies, por puerta adintelada bajo porche con embocadura de medio punto. El aparejo es de mampostería y algunos sillares en las esquinas. Podemos llevar su datación hasta los siglos XVI-XVII. Hubo otra ermita de Santiago anterior a esta, sus restos se localizan en lo alto del pico Suerio.

Las fiestas grandes se celebraban para San Ramón, el día 31 de agosto. Las fiestas pequeñas eran el día 4 de diciembre, para Santa Bárbara.


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés en julio de 2021



Fotografía 1; Cájol desde la pista de acceso (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Viviendas tomadas por la maleza  (Marta Puyol Ibort, cedida por SIPCA)
Fotografía 3; Una de las casas  (Marta Puyol Ibort, cedida por SIPCA)
Fotografía 4; Hermoso pajar  (Marta Puyol Ibort, cedida por SIPCA)
Fotografía 5; Iglesia de San Salvador (Blas Gonzalo, año 2004)



8/10/11

CASTELLAR







Situado en el interior del Valle de La Solana, entre los barrancos de Cájol y Plandevilla, perviven las ruinas del viejo pueblo de Castellar. Sus edificaciones, que todavía poseen una belleza arquitectónica indiscutible, se asentaron sobre una alargada loma.

Brillan con luz propia sus bien conservados muros, de piedra seca, que evitaban que el ganado entrase en las propiedades particulares. La piedra seca es una técnica constructiva que consiste en el apilamiento ordenado y en equilibrio, sin ningún elemento cementante.

El núcleo urbano lo componían cinco casas, cuyos nombres eran: Miguel Giral, Palacio, Melchor, Marcelo y Viñola.

A pesar de los años de abandono todavía perviven varios elementos arquitectónicamente interesantes. Destacaremos los aljibes que poseen las casas para recoger el agua de lluvia de las canaleras, además de un hermoso horno de pan y la herrería. También merece la pena detenernos en las bordas, son una media docena, todas ellas muy bien ejecutadas.

La iglesia se dedicó a San Saturnino (s. XVI-XVII). Posee nave única, dos capillas laterales y cabecera de testero plano. La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos y la cabecera y las capillas con medio cañón.

Las fiestas grandes eran el 12 de octubre, para la Virgen del Pilar; tenían una duración de dos días y finalizaban con un gran baile en casa Palacio. Las fiestas pequeñas se celebraban el día 29 de noviembre.



Artículo publicado en El Cruzado Aragonés en marzo de 2022.


Fotografía 1; Castellar; llegada (Xenxo Gómez)
Fotografía 2; Iglesia de San Saturnino (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Interior del templo (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Muros de "piedra seca"  (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Camino a una de las bordas (Xenxo Gómez)




2/10/11

MINISTERIO







Ministerio o Ministirio es una de las pequeñas aldeas de La Fueva que antaño pertenecieron a la fortaleza de Muro de Roda. Volvemos por lo tanto a territorio de Sobrarbe, comarca que ostenta el dudoso honor de ser la que cuenta con más núcleos deshabitados de toda la provincia.

A Ministerio se puede llegar por pista de tierra. Podemos hacerlo desde Tierrantona o bien (más corta) desde El Humo de Muro.

En el nomenclátor del año 1887 aparece documentado con tres casas y un total de 32 habitantes. Si hablamos del pasado siglo XX su techo poblacional lo alcanzó en 1920, con 35 habitantes. Por aquel entonces mantenía cuatro viviendas habitadas: Arcas, Cardiel, Bispe y Gabal. Quedó deshabitado a comienzos de la década de los setenta.

El aspecto que presenta actualmente el pueblo es desolador. Las piedras de varias de sus viviendas y edificaciones secundarias desaparecieron, acelerando de esta manera el proceso de ruina de las todas ellas.

Una de las casas importantes era Gabal. Contaba con dos plantas más la falsa. A pesar de que solo mantiene en pie su fachada oeste conserva cierto aire de casa importante. En la planta baja abre la puerta, en arco de medio punto degruesas dovelas, conescudo de labra con el emblema de la familia Mur. Disponía de un pequeño oratorio privado, actualmente en ruina, que todavía nos muestra la bóveda de su cabecera y las pinturas populares que adornaban su interior. Estaba dedicado a San Martín.

La segunda casa que creemos necesario destacar es Arcas. Se trata de unavivienda dieciochesca de tres plantas con característica chimenea cilíndrica en todo lo alto. Se accedía a su interior por elegante puerta en arco de medio punto. En suinterior destacaba el patio, perpendicular a la fachada, abovedado con medio cañón. Hermosa es también la herrería, propiedad de la misma casa. Posiblemente es el único edificio con aspecto digno en estos momentos. Es una sencilla construcción de planta rectangular techada con losas.

Celebraban las fiestas grandes el día 24 de agosto en honor a San Bartolomé. Tenían una duración de tres días. Las fiestas pequeñas se celebraban el día 6 de mayo, para San Juan.

En la falda sur de Muro de Roda, no muy lejos de Ministerio,se halla la ermita de San Cristóbal. Presenta planta rectangular con cabecera plana orientada al este. La puerta de acceso, adintelada y descentrada, abre en el costadonorte. Interiormente se cubre con bóveda de medio cañón; exteriormente lo hace con losas a dos aguas. Fechable en el siglo XVII - XVIII.


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (julio de 2020)



Fotografía 1; Ministerio (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Fachadas de las viviendas (Marina González)
Fotografía 3; Capilla de casa Gabal  (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Herrería (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Ermita de San Cristóbal (Cristian Laglera)